Nota: Artículo publicado originalmente en el semanario Claridad, 11 - 17 de febrero de 2010.
El año 2009 terminó. Para muchos fueron doce meses de desilusión política, incertidumbre económica y deterioro social. El Gobernador de Puerto Rico y la Asamblea Legislativa han intentado atender algunos de los principales problemas del país con medidas contrarias a las promesas realizadas en la campaña electoral. Como resultado, el deterioro que se había estado observando en la credibilidad de las instituciones políticas nacionales se ha acelerado de manera notable.