Cree el aldeano vanidoso que el mundo entero es su aldea, y con tal que él quede de alcalde, o le mortifique al rival que le quitó la novia, o le crezcan en la alcancía los ahorros, ya da por bueno el orden universal, sin saber de los gigantes que llevan siete leguas en las botas y le pueden poner la bota encima, ni de la pelea de los cometas en el Cielo, que van por el aire dormidos engullendo mundos. Lo que quede de aldea en América ha de despertar.

- José Martí

Saturday, August 22, 2009

¿La ilusión de la recuperación?, Parte 2 de 2

Nota: Artículo originalmente publicado en Claridad, 13 al 19 de agosto del 2009

Por otro lado, tenemos que Wall Street ha estado proclamando la recuperación de la economía a base del aumento del valor en el mercado de las acciones de varias corporaciones. Muchas de estas compañías lo que han hecho es despedir empleados y recortar gastos para que así, aun cuando experimentan ventas menores, todavía logran reportar ganancias al, entre otras cosas, intensificarse el grado de explotación de los trabajadores y trabajadoras que permanecen dentro de la firma.

Otras firmas que reportaron ganancias y lo vieron reflejado en aumentos en el valor de la empresa en la bolsa de valores lo lograron simplemente porque se desempeñaron mejor de lo esperado, cosa que usualmente causa un flujo de dinero e inversión a esas empresas. El caso más notable fue el de Goldman Sachs a mediados de julio. Este banco reportó una ganancia neta de más de 3 mil millones, cifra que cómodamente sobrepasó las proyecciones de los analistas y que en parte es explicada por la desaparición de sus competidores dado la crisis de crédito.

Aun con todas estas noticias que parecen anunciar la recuperación del sistema, los que siguen siendo las víctimas del anunciado final de la recesión han sido los trabajadores y trabajadoras que han perdido su empleo o concedido varios de sus beneficios a sus patronos ante la amenaza de perder su trabajo. Por ejemplo, en el caso de Estados Unidos tenemos que el actual promedio de 33 horas de trabajo semanales es el nivel más bajo desde la década de los 70, y eso es para los trabajadores a tiempo completo. El problema de la caída en el consumo norteamericano queda magnificado si se toma en cuenta que más de seis millones de trabajadores han sido convertidos en trabajadores a tiempo parcial desde que comenzó la recesión (véase Z Magazine, julio/agosto 2009, Pág. 35).

La posibilidad de la llamada recuperación sin empleos (“jobless recovery”) es posiblemente el ejemplo más vulgar de cómo las representaciones de la salud de la economía a base de una eventual recuperación en el crecimiento de la misma oscurecen el hecho de que la necesidad de bregar con la situación precaria de muchos está subsumida a la supervivencia de un capitalismo que, constantemente, entra y sale de las crisis que lo caracterizan.

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