Cree el aldeano vanidoso que el mundo entero es su aldea, y con tal que él quede de alcalde, o le mortifique al rival que le quitó la novia, o le crezcan en la alcancía los ahorros, ya da por bueno el orden universal, sin saber de los gigantes que llevan siete leguas en las botas y le pueden poner la bota encima, ni de la pelea de los cometas en el Cielo, que van por el aire dormidos engullendo mundos. Lo que quede de aldea en América ha de despertar.

- José Martí

Tuesday, February 16, 2010

La Caja de Herramientas y la Maquinaria de Producción (Parte 1)

El siguiente artículo por René Marqués Velasco apareció orginalmente en Claridad. El mismo contribuye a la discusión sobre cómo abordar el problema del desarrollo económico al enfatizar que las perspectivas que se enfocan a nivel macro no son suficientes, sino que es fundamental que el desarrollo ocurra a nivel micro o empresarial. Lo hemos dividido en dos posts.

Las leyes, reglamentos, normas y hábitos constituyen el contexto institucional donde las empresas y organizaciones interactúan. El gobierno utiliza las herramientas institucionales para establecer política económica lo que crea unas condiciones que afectan y hasta determinan el comportamiento y ejecución de los actores económicos, particularmente de las empresas. Bajo estas condiciones las empresas se organizan, invierten, se interrelacionan con otros agentes económicos como suplidores, consumidores, otras empresas, bancos, instituciones de apoyo, etc., acumulan tecnología y desarrollan capacidades. Estas actividades crean una dinámica que afecta la estructura industrial e incluso la economía lo que a su vez provoca cambios en las instituciones.


La teoría neoclásica supone que las empresas son igualmente eficientes y que la tecnología se transfiere libre de costos. En realidad las empresas para asimilar y usar una tecnología extranjera tienen que entrar en un proceso de aprendizaje que requiere esfuerzo y es costoso. Además, las empresas no solamente no tienen los mismos recursos ni capacidades acumuladas sino que buscan activamente desarrollar recursos escasos y difíciles de imitar que le den a la empresa ventaja en eficiencia y efectividad. Como las empresas no tienen los mismos recursos ni capacidades no pueden reaccionar de igual manera a un estímulo creado por un cambio en las condiciones.

Francisco Catalá en su artículo “La Caja de Herramientas” (Claridad, 24-30 septiembre 2009) plantea que la independencia provee numerosos instrumentos institucionales que facilitan la inserción de Puerto Rico a la red global lo que es imperativo para el desarrollo. Esto, sin duda es cierto, pero el análisis se queda a nivel macro e institucional y no considera a nivel micro la producción y el desarrollo de capacidades (aunque las menciona). La necesidad de considerar el nivel micro de la producción lo ilustraré con un ejemplo en el deporte y otro en la producción de alimentos. Un país puede pertenecer a la federación internacional de un deporte y llegar a acuerdos bilaterales con otros países para foguear su equipo nacional. Esto le provee al país una oportunidad de autoevaluarse y puede representar un estímulo para mejorar. Sin embargo, si el país apenas tiene un programa de categorías menores, el técnico principal es un extranjero que jugó en categorías menores en su país de origen y no existen buenas instalaciones, bajo estas condiciones difícilmente el país pueda responder al estímulo de mejorar, particularmente en el corto plazo. Para mejorar tiene que entrar en un proceso que requiere esfuerzo y es costoso en términos de desarrollo de infraestructura deportiva.

En el ejemplo de la industria de alimentos la situación sería similar. Bajo la independencia Puerto Rico podría hacer tratados con Santo Domingo y/o Brasil para que la pulpa de frutas tropicales entre preferentemente al mercado de Puerto Rico y un tratado con Canadá para que nuestros jugos tropicales entren a ese país preferentemente. Esto representa una oportunidad y un estímulo para los productores locales. Si nuestros productores, sin embargo, producen a nivel artesanal (con licuadora y colador), y no cumplen con los estándares del consumidor extranjero (por ejemplo, no utilizan equipo de acero inoxidable en la manufactura) no pueden aprovechar la oportunidad.

Antes de continuar con las herramientas institucionales que provee la independencia y el desarrollo de capacidades examinaremos las herramientas del ELA.


Herramientas del ELA ante la crisis

El ELA tiene solamente el instrumento institucional que le da la autonomía fiscal. El gobierno del ELA ha utilizado intensamente la exención contributiva para crear unas condiciones que resulten atractivas para que las empresas inviertan en Puerto Rico. Esto, junto a disposiciones del Código de Rentas Internas Federal promovió la localización en Puerto Rico de empresas manufactureras norteamericanas primero textiles y luego farmacéuticas. Al presente la exención contributiva no es suficiente por si sola para atraer industrias, se requieren, en adición, otras condiciones como: existencia de suplidores, capacidades localizadas en el país o región, acceso a mercados (como es el caso de Irlanda que le da acceso al mercado europeo a empresas norteamericanas) o acceso a sistemas integrados de producción (como es el caso de Singapur en el sureste asiático).

El gobierno del ELA no puede establecer política pública, por ejemplo, para proveer acceso a mercados mediante tratados comerciales, para afectar la tasa de interés, el salario mínimo o para proteger las empresas locales por lo que ha utilizado intensivamente la exención contributiva y los subsidios para crearle condiciones favorables a la empresa privada. Esto ha afectado la capacidad del gobierno para generar ingresos (Ver: Argeo Quiñones, “Ingeniería de una Crisis Autoinfligida” Claridad 15-21 enero 2009). El gobierno, de hecho, se ha visto limitado en la utilización de la otra herramienta que da la autonomía fiscal, los gastos del gobierno y la inversión pública (tan necesarias en tiempos de crisis), precisamente por la política de exención contributiva que ha afectado los ingresos del gobierno.

La cuestión de crear condiciones que resulten atractivas para la empresa privada que se originó en Puerto Rico con el programa de Fomento se ha convertido en una ideología que los empresarios locales han utilizado a su favor. Las exenciones, subsidios y excepciones cada vez son más y más especializadas, o sea, más adaptadas a los requerimientos de la industria o sector económico. Los empresarios locales en lugar de organizarse para crear capacidades y ser competitivos se han convertido en rentistas cuyos beneficios y ganancias dependen crecientemente de exenciones y subsidios que se ingenian sus representantes, los abogados corporativos y los contables (CPA) y luego las cabildean en la legislatura. Estas leyes ofrecen un beneficio mayor a un mayor número de empresas existentes y no tienen ningún efecto en el crecimiento económico. Ejemplo de esto es la Ley de Incentivos Económicos para el Desarrollo de Puerto Rico que se aprobó en mayo de 2008, la cual amplió significativamente las empresas que cualifican y sin embargo, luego de año y medio no cumplió con los miles de empleos que prometió (para ese periodo de tiempo) pero afectó los recaudos.

Los empresarios locales ante la crisis y la competencia de las empresas americanas en Puerto Rico y ante su incapacidad para generar dinamismo económico deciden poner directamente a sus representantes (abogados, CPA) en el gobierno, con pretendida independencia de los políticos tradicionales y del pueblo, para facilitar el proceso de privatizar las funciones del gobierno y convertirlas en oportunidades de generar ganancia. Primero le eliminan o cambian leyes que los empresarios ven como un obstáculo, como es el caso de los permisos en la construcción. Para las Alianzas Públicas-Privadas (APP) crean un régimen legal especial en que no le aplican muchas de las leyes vigentes. Segundo, le ofrecen a la empresa privatizadora mercados institucionales con poco riesgo como el pago de peaje para la APP que construya una autopista, o la privatización del procesamiento de información electrónica o la limpieza de escuelas, etc. Por último, llegan al punto en que le fabrican la ganancia a la empresa privatizadora, por ejemplo, se ha propuesto que una APP expanda el tramo de la autopista De Diego de Hatillo a Mayagüez (por cierto, cruzando la zona de mayor producción de leche en Puerto Rico), sin embargo, según Fortuño, se le va a permitir a la APP cobrar peaje (automático) desde San Juan a Mayagüez. El gobierno pierde el ingreso del peaje de San Juan a Arecibo. ¿Cómo lo recobraría? La contestación es que no hace falta, porque Transportación y Obras Públicas botó casi la mitad de sus empleados. Así, lo que era salario de los trabajadores se convierte en ganancias para la APP. Ante un pastel que no crece los empresarios buscan aumentar la participación de la ganancia en el pastel a costa de la participación de los salarios.

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